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Persona Notable: Manuel T. Padilla

Simboliza las luchas y sacrificios que enfrentó la patria durante la depresión y el desarrollo, transformación y triunfos que fue experimentando, a lo largo de su impecable trayectoria política, profesional y comunitaria, en sus largos años de servicio constante y enriquecedor, que aún sigue prodigando

Manuel T. Padilla nace en un pueblo muy pequeño pero próspero de Nuevo México, que lleva el nombre de un legendario jefe apache, Cuchillo. Tal vez por el particular sitio en donde nace, Manuel T. Padilla tiene el temple del apache, y es leyenda ya entre todos los que lo conocen. Almacena un caudal de conocimientos, fruto de su vida prolífera entre estadistas del país y del mundo, transformándolo en más cauto e intuitivo. Cuando Manny da su punto de vista, todos lo atienden, con voz mansa entrega mensajes tajantes. Y sigue guiando tanto a niños de primaria como a empresarios poderosos. Todos escuchan a Manny, el ser más amistoso y cordial de todos.

Manny Padilla ha servido en varias mesas directivas, nueve años en la Cámara Hispana de Comercio del Condado de Orange y sigue colaborado en muchas otras organizaciones comunitarias como voluntario incansable.

Entre sus numerosos reconocimientos durante su intachable trayectoria política y profesional, en febrero de 2010 recibió el Premio, Voluntario del Año (The Volunteer of the Year Award), de la Universidad de Georgetown, y este año, el Premio a Logros de por Vida, de la Cámara Hispana de Comercio.

“Manny Padilla asistió a la Universidad de Georgetown para aprender y se graduó para servir. Como miembro de la junta del club local, Manny trabaja incansablemente en nuestros eventos comunitarios y sociales, siempre con una sonrisa. Cada vez que encuentra una oportunidad, inspira, entrena y aconseja a nuestra población diversa de alumnos y egresados. En 2010, fue galardonado con el Premio de la Asociación de Egresados Voluntarios del Año, uno de los más prestigiosos honores que otorga la universidad, y fue mi placer haberlo nominado. Él verdaderamente encarna muchos aspectos de los principios y tradiciones jesuitas, y el más importante, el servicio a los demás”. Debbie Marie Zaslav Miembro, Universidad de Georgetown, Junta de Gobernadores y Co-Presidenta, Georgetown Club del Condado de Orange

Su padre Abel nació en el condado de Sierra, Nuevo México, lugar donde se afincó su abuelo cuando llegó de España. Su madre Constancia, también nació en ese condado, es segunda generación en su familia. La pareja se casa y forma una familia muy sólida y educa con total dedicación a sus tres hijos, Manny el primero, Abel el segundo y Theresa, la más pequeña.

Manny crece orgulloso de quién es y se divierte con sus hermanos y muchos amigos del barrio en Hot Springs, Nuevo México, lugar en donde se traslada la familia cuando Manny comienza a asistir a la escuela. Visita a menudo a su abuela que vivía aún en Cuchillo, pueblo muy cercano a Hot Springs, lugar donde la familia solía vivir. Ella había enviudado y él pasaba mucho tiempo acompañándola, hasta que empezó a ir a la escuela. Manny era su primer nieto.

“Visité Cuchillo hace unos años y sólo encontré un montón de tierra en donde estaba la casa, era de adobe y si no se mantiene, particularmente el techo, las lluvias y vientos la reducen a lo que me tocó encontrar. Sólo la higuera del lado de la casa permanecía intacta y saludable a pesar del castigo del tiempo y el abandono”, dice Manny con nostalgia.

“Durante la depresión, muchos de los que yo llamo texanos y okis (de Oklahoma) y algunos de Kansas, se trasladaron a Nuevo México porque vieron grandes oportunidades allí, y se instalan en el pueblito agrícola en donde vivíamos, Cuchillo, era muy próspero, tenía muchos manantiales con los que los granjeros irrigaban la tierra”, dice Manny.

Cuchillo floreció en 1930 como centro comercial y lugar de paso entre las minas de cloruro/Winston y el ferrocarril en Engle. El pueblo comenzó a desvanecerse cuando las minas se cerraron. Hoy día pocos edificios originales siguen en pie, la iglesia de San José aún da misa y fue reconstruida varias veces; un salón de baile a su lado y restos de establos para mulas y caballos que se usaban para transportar las mercancías, yacen abandonados.

De niño, a Manny le gustaba visitar el pueblo vecino llamado Gerónimo, nombre del jefe apache que descubrió agua minerales termales allí y adonde llevaban a su gente para curar sus heridas. Hoy día es un lugar muy atractivo, cuenta con instalaciones lujosas para su esparcimiento y relajación.

Manny estudia en la escuela primaria Hot Springs del pueblo y se gradúa de la secundaria de la misma escuela.

“Cuando empecé el primer grado la familia se traslada a Hot Springs, pero los demás familiares se quedan allá, porque había más trabajo. Yo hablaba 0 de inglés, ¡nada!, había sólo una maestra en el sistema escolar que hablaba español y ella enseñaba en la secundaria así que no estaba cerca de los pocos que no hablábamos inglés. Era intimidante. Yo tenía que aprenderlo muy pronto, porque sino, me quedaría en esa misma clase por un año más.

En ese entonces su padre había construido una casa de adobe para la familia, “tenía una cocina y un living que era dormitorio también, más adelante le añadió otra habitación, así que ya teníamos ¡una casa completa!”, dice Manny enternecido.

Manny aprendió inglés pronto y empezó a tener amigos anglos, los otros se resintieron porque decían que era demasiado amistoso con ellos. Manny, por ser latinoamericano, tenía acceso a muchos lugares que sus amigos mexico-americanos no lo tenían, la discriminación era evidente. Manny ha tratado siempre de superarse, sus padres los apoyaban y decían que sus hijos tendrían una educación, a pesar de que su padre no tuvo un trabajo permanente hasta los 40. La vida no era fácil en el suroeste.

La escuela secundaria Hot Springs, era muy pequeña, tenía 52 alumnos en los cursos superiores y sólo 12 eran hispanos. Hot Springs era una comunidad americana, tenía 3500 habitantes, era grande para esa época pero no creció demasiado. Las áreas de mayor crecimiento y mayor número de latinos estaban al sur en, Las Cruces; al norte, Socorro; al este, Alamogordo, Carlsbad, y al noroeste Albuquerque, Santa Fe y Las Vegas. “La persona responsable por el crecimiento de Nuevo México fue el senador Dennis Chavez”, asegura Manny.

Manny cursaba la escuela media, tenía 17 años cuando el director lo seleccionó entre los tres alumnos mejores de la escuela para participar del programa Muchachos del Estado (Boys State), creado por la Legión Americana (American Legion), después de la segunda guerra mundial. Los estudiantes más aplicados de todas las escuelas del estado, 350, asistían por una semana a una universidad para aprender disciplinas cívicas. Después de esa semana, ellos eligen a los dos mejores, y llegan a ser los Muchachos de la Nación (Boys Nation), en representación de su estado. Van a Washington DC por diez días para completar otro entrenamiento cívico más intenso. Manny Padilla había demostrado poseer cualidades de liderazgo desde temprana edad. Un estudiante de Albuquerque y Manny fueron los elegidos.

En Washington DC aprenden el proceso de Gobierno Federal de EU (Federal Government of the United States). Participan de un Senado ficticio, elecciones ficticias en donde eligen al presidente del Senado, Senadores, Secretario, Vicepresidente y Presidente ficticios.

Los Senadores Estudiantes elegidos, asisten a conferencias y foros reales, visitan instituciones gubernamentales y sitios históricos. Ellos asumen el papel de un senador real, representando los Muchachos de su Estado. Escriben y presentan proyectos de ley y debates en las cámaras del Senado. Los delegados se dividen en partidos políticos y realizan un proyecto de plataforma del partido; realizan tareas habituales de fiestas como las candidaturas para presidente y vicepresidente, bajo la dirección del partido elegido. Es tradición que los Senadores Estudiantes tengan una visita privada en la Corte Suprema, Congreso, Departamento de Estado, Casa Blanca y compartan una recepción con el presidente del momento.

De los que participan de este prestigioso programa, que también incluye a mujeres a través de Girls State, se espera que lleguen a ser los futuros líderes de gobierno, comercio y militar del país. tales como llegaron a ser: Neil Armstrong, Tom Brokaw, James Campbell, Bill Clinton, Mike Huckabee, Michelle D. Johnson, Michael Jordan, Rush Limbaugh, George Pataki, Harry Reid, y muchas personalidades más.

“Valoro enormemente ese primer viaje a DC como Muchachos de la Nación. Conocimos a siete de diez presidentes, Harry Truman era el presidente del momento. Para ser presentados a él, formamos una fila y decíamos nuestro nombre y de dónde éramos, cuando me presenté, él exaltó: “¡O, Dennys Chavez, es un gran amigo mío!”, refiriéndose al senador de Nuevo México. Conocí al senador allí también”, dice Manny.

Dennis Chavez fue elegido para representar Nuevo México en la Casa de Representantes de EU en 1930 y el partido demócrata lo nominó para el Senado en 1934, convirtiéndolo en el primer americano de descendencia mexicana en desempeñarse en ese cargo, al que fue reelegido continuamente hasta su muerte en 1962. Por su categoría, Chavez fue el segundo senador más importante del Senado de los EU, muy influyente y poderoso.

A los pocos días lo citaron para ofrecerle la oportunidad de estudiar en West Point, en la Armada o en la Naval. Manny no tenía ni idea y dije, la Armada, pero no pasó la prueba física por una condición que tiene en sus rodillas. Le preguntaron si desearía asistir a Georgetown, y respondió, “Me gustaría pero no tengo dinero”. “Si tuvieras, ¿irías?”, insistieron. Manny dio un rotundo “¡sí!”

El Senador Dennis Chavez, le ofreció un trabajo en el Senado. Manny recién había terminado la secundaria, no tenía ninguna experiencia así que gustoso trabajó como mensajero en su oficina. En Georgetown estudió Historia y Gobierno y cuando su horario de estudio comenzó a complicarse, de inmediato se lo cambiaron y le dieron otras obligaciones. Cuando se graduó de Georgetown, la guerra de Corea comenzó.

¿Participas en esa guerra?

Fui uno de los primeros en ser llamado pero me descalificaron por mis rodillas. Sentí mucho no poder servir a mi patria en esa guerra. Por ese motivo resolví estudiar leyes. Perdí mi trabajo con Chavez cuando Eisenhower vino a la oficina en 1952 y trajo un congreso republicano, pero me ubicaron en el Departamento de Trabajo, y allí conocí a la que llegaría a ser mi esposa, Betty. Ella tenía un trabajo de verano allí, así que compartimos la labor en la misma oficina.

Manny trabajaba en el Capitolio cuando se conocieron con Betty, era un trabajo muy glamoroso y le encaraba estar allí. Después de un noviazgo muy armonioso se casan en 1955.

En el Capitolio llegó a conocer a personas muy famosos como Jack Kennedy, Dick Nickson, Joe McCarthy quien era poco apreciado, y a muchos más. Trabajó por seis meses en la misma oficina con Bobby Kennedy. Necesitaba ganar experiencia, así que cuando un dignatario venía de Nuevo México de visita, el gobernador, el fiscal del tribunal supremo, o algún otro representante, su trabajo era darles una visita guiada de la ciudad, llevarlos a la Casa Blanca (White House). El guarda del portón ya estaba informado así que cuando Manny Padilla llegaba, el portón se abría de inmediato. El tenía la libertad de mostrarles todos los salones y lugares dentro de la Casa Blanca.

Al tiempo le ofrecieron trabajar con el senador Prescott Bush de Connecticut, a pesar de que era republicano. El senador estaba muy interesado. Fue a la entrevista y lo tomaron. Manny trabajó tres años con él mientras asistía a la escuela de leyes, ya tenía 25 años y comenzó a cuestionarse cuán seguro era seguir trabajando para un senador, a pesar de que Bush había decidido correr por una segunda elección para luego retirarse. “¿Qué voy a hacer cuando tenga 30 años y el senador se retire?”, le pregunté a Betty.

Pronto, State Farm Insurance lo emplea, aunque eso no era lo que Manny aspiraba hacer. Comenzó en ventas, no era un trabajo de alto perfil, tenía que tocar puertas y ofrecer seguros. Muy pronto lo ascendieron a gerencia a pesar de que era evidente que no quería estar allí. Su resumé y su título de Georgetown lo ayudó mucho y en realidad, le pagaban bien. “Yo nunca acumulé dinero, pero he vivido holgadamente, así que State Farm me proveyó una gran oportunidad y seguridad para mí y toda mi familia”, dice satisfecho.

Entiendo que ahora eres republicano. ¿Por qué cambias de partido?

Me cambié al partido republicano porque muchas cosas estaban sucediendo en el partido demócrata que yo personalmente y filosóficamente no estaba de acuerdo.

¿En qué época de tu carrera lo haces?

A JFK fue al último que voté como demócrata. No elegí a Lyndon Johnson, a pesar de que lo conocía personalmente y dos de sus asistentes que eran amigos míos tampoco lo querían, no me gustaba su agenda, consecuentemente comencé a sentirme alienado del partido. Probablemente el senador Dennis Chavez saldría de su tumba si supiera que cambié de partido. Pero soy un republicano moderado. Fue un placer ser parte del partido demócrata con políticos muy conservadores como Lyndon Johnson, Henry Truman y JFK. Pero luego el partido comenzó a moverse hacia la izquierda y yo tenía problemas con eso. Yo discutía alguna de estas cuestiones con la gente de la oficina y un día la encargada, Frances Ortiz, me dijo, ¡Manny, suenas como un republicano! Yo no sé como sueno, le contesté, pero así es como me siento acerca de algunos de estos temas.

Manny trabajó para Prescott Bush, un republicano muy moderado y el que hizo cambios beneficiosos para todos; añadió nuevos beneficios al seguro social, modificando su objetivo original. Hoy día, si se está discapacitado y no se puede trabajar, se puede aplicar para recibir los beneficios que otorga ahora el seguro social. También incluyó seguro para inundaciones, un programa federal; el sistema de autopista interestatal (intestate hightway system). Antes, las carreteras tenían sólo dos manos, y muchos cambios más.

“Filosóficamente los partidos cambian de tiempo en tiempo, y el partido republicano ha tenido períodos con los que yo no estaba muy contento. Pero me ha ayudado mucho y he trabajado mucho para él también; yo fui el encargado del programa Alcance Hispano (Hispanic Outreach) para el partido en el Condado de Orange por 10 años, y ese fue el vehículo por el cual pude entrar en esta comunidad, a escuelas y organizaciones como la Camara Hispana de Comercio. Disfruto trabajar con los niños, porque yo he vivido esa vida también, y cualquier consejo, estímulo que les pueda dar, lo hago porque estoy retribuyendo en parte todo lo que yo recibí cuando era joven. Yo no llegué adonde estoy hoy si no hubiera tenido gente que estuviera apuntalándome”, dice Manny.

“He sido amigo de Manny Padilla por más de 30 años. Se retiró de su carrera de seguros cuando yo estaba postulándome por primera vez para un cargo político. De inmediato Manny se hizo responsable de reclutar y dirigir a todos los voluntarios para mi campaña. Gané y Manny reanudó su participación política desde entonces”. Supervisor Bill Campbell, Presidente de la Junta de Supervisores del Condado de Orange

Manny, es muy generoso con su tiempo y conocimientos, podría estar leyendo tranquilo en su casa, viajando, navegando pero ha elegido seguir ayudando a su comunidad, a través de la Cámara Hispana, de las escuelas y en cuanto lugar haga falta un consejo responsable y sabio como el suyo…

“Afortunadamente tengo a Betty de compañera, siempre me ha apoyado. Me he retirado de State Farm en 1995, el trabajo me llevaba siempre fuera de casa, cenas, reuniones, ella aceptó todo eso. Cuando me retiré, me involucré en trabajos cívicos, primeramente trabajo voluntario con el partido republicano y otras organizaciones. Un par de años atrás, Betty me preguntó, ¿qué noche vas a estar en casa esta semana?”, dice Manny.

Manny Padilla tiene cuatro hijos, todos nacieron en el Este. El más grande se llama Tom, nació en el hospital de la universidad de Georgetown, el segundo, David nació en Maryland como su hija Elisa, quién llegó nueve años más tarde. Después de 27 años de estar radicado en el Este la familia resuelve trasladarse a California.”El más grande había terminado su primer año de universidad, vino con todos pero al poco tiempo regresó al Este. Acá el trabajo escaseaba y allá había dejando a una novia. Vive en el área de Filadelfia con su familia, tiene dos hijos, ¡los únicos nietos que tenemos! Elisa tenía cuatro años cuando nos radicamos acá. así que básicamente creció en California. Lo que considero nuestra mayor conquista es que los cuatro hijos tienen estudios universitarios, y los que están en California viven muy cerca nuestro. State Farm me trató muy bien, todos mis hijos tienen un título universitario. Nosotros siempre hemos puesto a nuestros hijos primero”, dice Manny orgulloso.

¿Qué consejo darías a empresarios que deseen involucrarse en la Cámara Hispana de Comercio?

Cualquier compromiso que se tome, se tiene que asegurar que, si está casado, ella esté de acuerdo con ese compromiso. Mucho de mi éxito se lo atribuyo a Betty, fue siempre muy comprensiva y apoyó todo lo que yo quería hacer. No se puede estar peleando en casa y seguir peleando en la oficina. El dueño de negocio tiene que asegurarse que la familia lo apoya en lo que él se comprometió, y digo ‘comprometió’ con lo que él o ella esté haciendo. Donde seguramente se trabajan largas horas y muchas veces sin compensación apropiada. Pero eso viene después. Lo primero es comprometerse y segundo, tener un plan para saber hacia dónde ir, el plan da la dirección, luego hay que ejecutarlo y si no funciona, se lo revisa, se lo rehace, o se busca otro camino. Si no se siguen esos pasos las posibilidades de éxito son mínimas, en mi opinión.

Yo he dado trabajo a cientos de agentes y gerentes de State Farm, en el Este y en California. Si no veía compromiso de parte de ellos, sabía que no resultaría. Cuando la gente acepta un empleo, y cree que sabe en lo que se está metiendo pero descubre lo contrario, pierde el interés, y desde ahí nada funciona. Yo les decía que si no estaban contentos que buscaran algo distinto, que los hiciera sentir bien. Tal vez ganarían más o menos dinero pero se sentirían mejor. Hay que disfrutar de la vida, la familia, la carrera. Recuerda, primero, comprometerse, segundo, tener un plan. Si no funciona, revisarlo o cambiarlo o buscar otro camino.

¿Qué ventaja tendría el pequeño comerciante si se asocia a la Cámara?

La Cámara Hispana de Comercio no es distinta a otras organizaciones pero no te hagas miembro sólo por ser miembro, te tienes que involucrar, trabajar, y tratar de que la Cámara también progrese, así es como lograrás ser exitoso. Esto aplica a todo negocio y relación en la vida. Es como cualquier otra actividad, si no participas y te involucras no va a suceder nada por sí solo.

Yo me involucré en la Cámara porque me gustaba su misión, me gustaba lo que estaba haciendo, he visto a muchos presidentes, algunos fueron muy dedicados y buenos, otros no tan fuertes, pero estaban comprometidos con la Cámara, con sus directores, con sus miembros, consecuentemente, la Cámara floreció. Pero hay épocas altas y otras bajas durante los años y mucho tiene que ver la economía y el liderazgo.

La Cámara necesita dueños de negocios jóvenes, entidades y otras organizaciones y también compañías grandes, corporaciones, porque ellos tienen los recursos, porque se necesita dinero para operar cualquier agencia. Necesita también re-establecer un Comité Legislativo o Comité para Asuntos de Gobierno con el cual se entabla relaciones con legisladores, los que deciden en el condado y en la ciudad, y sus miembros pueden exponer sus inquietudes y necesidades para que se logren decisiones favorables futuras.

“Muchos años atrás, un alto funcionario en Washington me dijo un día, ‘yo sé que tienes mucho entusiasmo promoviendo tener una buena educación pero en esta ciudad, es a quién conoces y no lo que sabes’. Pero yo insisto que teniendo una buena educación y contactos importantes, se logra la condición perfecta para ser exitoso en lo personal y profesional”, concluye Manny Padilla.

Manny Padilla ha dedicado su vida a servir a su comunidad, a promover la educación y el trabajo voluntario. Lo ha hecho en distintas capacidades por 27 años en Washington DC y lo sigue haciendo en California desde hacen 35 años, sembrando de esperanza a miles de niños y empresarios, con su poderoso ejemplo de humildad y servicio desinteresado.

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