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Doctora Betty Uribe – Persona Notable

Dr. Betty Uribe ha demostrado al mundo que el liderazgo basado en valores funciona. Es autora del libro internacional Best-Seller: #Values: El secreto del desempeño de alto nivel en negocios y vida. Su libro se ha presentado en medios internacionales, nacionales, y locales, y está respaldado por el Vaticano como un libro que “todo lector del mundo debe leer”. Inc. Magazine lo considera entre los 60 mejores sobre negocios y liderazgo escrito por mujeres. Como vicepresidenta ejecutiva de California Bank and Trust, CB&T, ha sido responsable de una línea de negocios de $ 6 mil millones, liderando un giro masivo de “mejor en su clase”, logrando aumentos siderales en ganancias anuales, con una mejora significativa en las métricas financieras clave. Este éxito ampliamente reconocido se atribuye al cambio cultural basado en valores que lidera continuamente. Hoy día, Dr. Betty Uribe se aboca a presentar conferencias inéditas para compartir su vasto conocimiento sobre negocios, educación, arte, cultura y responsabilidad social.

David Blackford, presidente y CEO de CB&T, le ofrece trabajar en su banco porque conocía su poderosa trayectoria y, además, deseaba emplear a una mujer. Dr. Betty Uribe trabaja 7 años y medio allí. Fue la primera mujer en la historia del banco y la primera en ser una ejecutiva en el manejo de una línea de negocios. Su secreto para un rendimiento superior sostenible es la implementación de una cultura basada en valores en cada organización que ha liderado.

“Lo primero que hice durante los seis primeros meses fue destinar medio billón de dólares para préstamos a mujeres y negocios de minorías. Fui a Washington DC y junto a Latina Style magazine nos asociamos con 11 agencias sin fines de lucro de todo California para brindar educación, acceso a capital y entrenamiento a dueñas de negocios de minorías. Cuando vi el inmediato impacto causado, supe que sólo el cielo sería el límite.
Mi segundo paso fue dar visibilidad a ese maravilloso banco. Nadie lo conocía demasiado, pero con mi red de contactos y plataformas sociales podía ayudarlo y traer a la comunidad para que se beneficie trabajando en él. Me dediqué a promoverlo. Es un banco con corazón y al que le importan sus empleados, clientes, comunidades, y accionistas. Yo contaba su historia a cuatro vientos. Eduqué a la compañía, a los ejecutivos, y los guié para que confíen en mí con el mensaje sobre el banco. Harris Simmons es el presidente del Consejo Directivo de Zions Bancorporation desde 1990, la compañía madre de CB&T, posición que mantuvieron su padre y abuelo. La familia atesora la cultura y liderazgo que heredaron. Eduqué a los empleados y clientes sobre el valor de dejar un legado y, con clientes y empleados bien informados, elevaron su voz tan alto que logramos que fuera nombrado el banco #1 en Orange County durante 5 años consecutivos. Al poco tiempo que comencé a trabajar aquí, publiqué mi libro #Values. Entrevisté a Harris Simmons por ser una persona ejemplar y presidir un banco con una trayectoria impecable y valiosa.

Mi tercer objetivo fue liderar todo el trabajo basado en valores para traer nuevos empleados, clientes y trabajar en conjunto con organizaciones comunitarias. Fuimos capaces de lograr 3% de ganancias antes de impuestos el primer año, aumentamos 10% más al año siguiente, 24% más el tercer año, y 37.5 % más el cuarto año. Esa era una época en la que la economía no estaba estable y estos resultados eran muy inusuales, por eso el ejecutivo de la corporación presentó a CB&T como un caso de estudio ante 30 bancos del mundo en Chicago, como el banco con el mejor resultado.

La historia de CB&T fue publicada en el OC Business Journal, en LA Business Journal, y en portadas de revistas. Mientras tanto, Dr. Betty escribía artículos bajo el liderazgo basado en valores, y a considerar a cada empleado con toda su familia, entendiendo que cada uno de ellos no es sólo un trabajador. A la vez, aplicaba la misma filosofía con los clientes, sin mirar el valor de los dólares que traían sino entendiendo el factor humano dentro de cada cliente y su comunidad.

“Continuaré recomendando al banco porque confío en él. Quiero que mi familia y amigos sean parte del mismo. Si bien no estaré allí, honestamente deseo que sigan perteneciendo a esa familia tan respetada por su trayectoria seria y considerada”, dice la doctora.

Preguntándole sobre su previa experiencia en Wells Fargo y Comerica, dice: “Siempre he basado mi trabajo en valores. He cambiado la cultura de ellos también. Cuando estuve en Comerica la persona de Recursos Humanos tomaba notas cada vez que tenía una reunión con mis empleados. Cuando me retiré me dio un regalo diciendo ‘Este es el esquema para su libro. Esto es lo que Ud. hizo para transformar a nuestra organización’”, recuerda orgullosa la Dr. Betty.

¿Quiénes son los clientes de CB&T?
El empresario que quiere tener su cuenta en un banco amigo, que quiere expandir su negocio, está en camino a fusionarse con otro, o considera venderlo. Yo los impulso a que piensen en todo eso. Pregunté a un cliente los otros días si sus hijos y esposa conocen el manejo de su negocio, y si tenía un plan por si algo le pasara. “¡Absolutamente!”, respondió. Al día siguiente me llama para reunirse conmigo porque no tenía nada planificado.
Dr. Betty menciona que, según estadísticas, un 95% de los dueños de negocio no involucran a sus hijos y esposas en el manejo del mismo, hecho que, en caso de emergencia, puede llegar a ser devastador. Ella tuvo que hacerse cargo del negocio de transporte de su papá en Colombia, sabiendo muy poco del mismo. Por eso aconseja el valor de planificar.

¿De dónde proviene tu deseo ardiente de hacer la diferencia?
Diez años atrás mi hermano Fernando, el mayor, quien murió recientemente, me reveló un secreto de familia. Cuando nací, el médico no pensó que viviría. Mamá se desesperó y tomó todas las precauciones para salvarme. Yo era la única hija mujer en la familia. Pensé que debía haber una razón para que Dios permitiera que viviera. Tenía un propósito para mí.

La familia se traslada a los EE.UU. cuando la doctora tiene 12 años. De repente, tiene que aprender a hacer de todo. En Colombia era popular. Tenía fotos con medallas ganadas en competencias, hacía fiestas en su casa, tenía buenas calificaciones, y era muy elocuente.

¿Cuál fue el reto más grande que enfrentaste?
El haberme convertido en invisible y no poder decir la palabra “refrigerator”. Tenía un diccionario al lado de mi cama, mi lap top, un marcador, me miraba en el espejo y repetía “refrigerator”. No paré de repetir esa palabra hasta decirla bien. Quería aprender inglés muy bien, sin acento, y rápido, porque tenía muchas cosas por hacer. Era pequeña, de piel oscura, no era rubia ni de ojos azules. Ese reto se convirtió en mi fortaleza porque, para que me notaran, tuve que elevar mi voz. Mi intelecto tenía que salvarme.

Su madre le decía que era muy inteligente, que podía llegar a ser lo que quisiera en la vida, y que nada la iba a detener. Ella le creyó, por eso no conoce límites, y da lo que más puede mientras esté aquí. “Creo que mi intención es la que me sigue guiando. Hay una razón mayor por la cual estoy aquí. Sé que hay un propósito superior”, dice la doctora.

¿Qué planes tienes ahora?
Estoy dedicada a dar conferencias. Me pagan muy bien, salvo excepciones como en El Paso, Texas. No podían pagar mis honorarios y al saber que la audiencia eran estudiantes, le dije al presidente de la universidad que me permitiera dar la conferencia como retribución a lo mucho que recibí en la vida. Cubrí mis costos de avión y estadía, además de regalar 300 libros míos de #Values. Lo mismo hice con el grupo Alpha.

“He contratado a expertos para perfeccionar mi oratoria, lo cual fue muy costoso, pero siento que esa inversión ha ido directo a mi cerebro, corazón, y alma. Siempre invierto en mí misma. He recibido excelente educación en la Universidad de Pepperdine. Me gusta desarrollarme. Lo continuaré haciendo”, dice Dr. Betty.

Para su libro #Values Dr. Betty ha entrevistado a muchos generales de este país, militares, personal del Pentágono, y a múltiples individuos de alto rango. Es consciente que ninguno de ellos ha llegado donde está hoy por sí mismos. Detrás de ellos hay mucha gente que los asistió, como le ocurrió a ella misma, al recibir recientemente el Global Women Award en Londres. Para logarlo, recurrió a miles de personas para que la apoyen en sus esfuerzos y así poder ser nominada para tal ocasión.

Sobres las dificultades que enfrentamos durante la vida, dice “todos tenemos opciones: podemos ser víctimas o podemos aprender de esos desafíos para compartir la sabiduría que alcanzamos con dichas experiencias. Así es como trascendemos nuestra propia muerte y continuamos viviendo en otros. No debemos ser precisamente padres para que dicha manifestación suceda”.

En sus comienzos, vive en San Diego y estudia en San Diego State University. Cuando se gradúa, se traslada a Orange County donde empieza a trabajar en un banco del condado. Hace su maestría en Pepperdine University, donde aprende de un excelente profesor de estrategias, en la escuela de negocios. Se gradúa como una de las primeras de toda la clase.
“En ese momento surge en el banco la posición de Directora de Estrategias, para prestar servicios a 300 bancos. Con tristeza, observo que un colega amigo estaba fotocopiando mi plan y cuestiono su actuar. Me dijo que lo sentía mucho y que sabía que mi plan era mejor que el de él. La amistad se termina al instante. A la vez, me da el impulso necesario para comenzar a creer más en mí misma. Me otorgan la posición.

“Durante el doctorado, quería diferenciarme de todos. Me propuse ser la mejor en mi área y llegar a ser la experta en mi tema en todo el mundo. Para eso debía presentar algo único al equipo académico. Quería batir récord, terminarlo en tres años, y lograr excelencia. Me reconocieron con honores en la disertación y los profesores dijeron que mi trabajo había sido uno de los mejores. Fue un producto de alta calidad, lo cual fue importante para mí porque exhibió la esencia de quien soy, la de mis padres, y la de mi país”, dice Dr. Betty. Por el otro lado, desea no lucir el cordón de honor en su graduación. No quería sobresalir. Hubiera sido la única en llevarlo. De todas maneras, lo usó dos años después, cuando le pidieron que fuera la oradora de inicio de clases.

“Mi vida transcurría del trabajo a la casa, estar con mis hijos, y el domingo a la iglesia. Me sentía cansada y sola. Unos meses después, recibo una llamada del banco. Me dicen que un hombre quiere hablar conmigo. Pregunto preocupada si habían informado a seguridad. Dicen que no pero que había dejado un mensaje para mí. ¿Qué mensaje?, pregunto, a lo que responden: Ex Marine de Carolina Island. ¡Oh, mi Dios!, me dije. ¡Es Juan Carlos Uribe! ¡Denle mi número!, solicito. Cinco minutos después, el teléfono suena y esa voz profunda y sexy era exactamente la misma que había escuchado 25 años atrás”, recuerda. Juan Carlos Uribe había sido el novio de su juventud.

Hablan alrededor de tres horas. Al día siguiente la llama y le dice que quiere verla. Ella le propone verse en Texas en alguno de sus viajes, pero él le contesta que podía volar a LA el lunes para tomar un café y luego regresar. “Sólo quiero verte”, le dijo. Ese día era viernes. Ella acepta. Al instante, llama a su asistente para decirle que el lunes no iría a trabajar.

“Voy a recibirlo al aeropuerto. Lo veo bajar la escalera y me digo ‘¡Oh, mi Dios!, no ha cambiado en nada’. Traía sus manos en los bolsillos. Se acerca, y me da un pequeño beso y abrazo. Al minuto le digo que tengo que ir al baño. Me desplomo en el primer sillón que encuentro y me pregunto si lo que me estaba pasando era real. Me mojo con agua la cara y regreso algo más calmada. Le pregunto qué desea hacer, a lo que responde ‘tomar un café’. Le sugiero Laguna Beach. En el auto me comenta que me había traído un cd y me pide que ponga la canción número 7. Era la canción Amore de Andrea Bocelli. ’Júrame, que aunque pase mucho tiempo, …’ La canción me eyecta al espacio. Llegamos a Laguna Beach, a Las Brisas, estacionamos, y empezamos a caminar por la arena. De repente me alza y se dirige hacia el agua. Caminamos por la playa tomados de la mano, luego regresamos al restaurante y, en la mitad de las escaleras, me da un beso. La química ¡estalla! Entramos a tomar un café, felices. El mozo nos mira y pregunta si estábamos en nuestra luna de miel. Juan Carlos me dice que tenía un vuelo a las 4 y otro a las 9. Lo llevo al aeropuerto para el vuelo de las 9. Cuando lo vi partir supe que mi vida nunca sería la misma. Sentí como que un pedazo de mi corazón se fuera con él. Me visitaba cada fin de semana. Lo hizo por un año y medio. Luego nos casamos, a pesar de que él pensó que vivir en la casa con mis hijas en plena adolescencia, 12 y 14, no sería conveniente. Yo insistí. Jamás había estado tan enamorada. La convivencia se tornó muy difícil. Me di cuenta que había cometido un gran error. Nos separamos. Una vez que ellas comienzan la universidad, invito a Juan Carlos a Hawái, donde había comprado un departamento. Esa fue la tercera vez que volvimos a estar juntos. Desde ese momento somos inseparables. Los dos nos complementamos muy bien. Nadie cuida mi bienestar mejor que él. Él es mi refugio, mi lugar de seguridad. Cuando mi hermano Fernando se estaba muriendo sólo me consolaba un abrazo suyo.

Sobre sus conferencias
Dr. Betty ha hablado a ejecutivos de alto nivel en todos los continentes: América, Europa, África, Asia y Oceanía. Si hay una oportunidad de hacer la diferencia ella está dispuesta, ya sea para un individuo, un grupo de estudiantes, profesionales o ejecutivos de alta gama.
•World’s Bank en Washington DC: la audiencia estaba compuesta por 36 doctores (Phd’s) de diferentes países que fueron elegidos para asistir. Su taller fue sobre Derribando Paredes y Armando Puentes. Este grupo maneja todos los proyectos para eliminar el hambre en el mundo. Luego de 2 horas de presentación con una serie de ejercicios, el director le pide si puede continuar 2 horas más. Cuando pregunta si conocían los valores de los objetivos de los otros departamentos del banco, alguien responde “no operamos así acá”. Un asistente levanta sus manos y dice “Es así pero, ¿no creen que es hora de empezar?”. Betty aprovecha dicha oportunidad para profundizar. Al final de la charla muchos se abrazan. A otros se les escapan algunas lágrimas. Otros dicen que había creado un nuevo paradigma. Dr. Betty siente profunda gratificación ante tal logro.
•Bank Holding Co, en la costa este. Asisten 250 ejecutivos de alto nivel donde habla de cómo alinear la cultura corporativa, cómo guiar en tiempos inciertos, cómo crear orden y seguridad cuando todo está colapsando en tu mundo, el de tus empleados, y clientes y de cómo salir con una estrategia ganadora y sustentable.
Además, Lockheed en Florida; National Insurance en Boston; LMU, 200 ejecutivos en Dallas; en China; en Canadá; Pepperdine University; en USC, y muchas organizaciones más.

Algunos reconocimientos:
Alpha’s top 50 Most Powerful Latinas, 2019
Top Leadership Award by the National Association of Women Owned Business, 2019
Distinguished Alumna at Pepperdine Universidad en 2018

Roles de liderazgo actuales:
Rose Bowl Legacy Foundation, Board Member (Primera Mujer en la Historia)
California Asian Chamber, Executive Board
Chapman University – Board of Governors
Pepperdine University, Board Chair, Board of Visitors
Global Leadership Institute Faculty, University of Southern California
Next Step Asia, Hong Kong, Director

Honores otorgados:
Global Woman Corporate Award, Londres 2019
Fortune Magazine’s top 50 Las Más Poderosas Latinas en Negocios 2017, 2018, & 2019
Los Ángeles Las 500 Mujeres Más Influyentes (2018, 2019)
Los Angeles Business Journal Una de las 10 Mujeres más Poderosas en Los Ángeles
La Latina más Prominente en Los Ángeles, Top 25 Elite Corporativa Nacional
Elogio especial del Presidente de Colombia, América del Sur
Pepperdine University’s 2018 Distinguida Alumni Award y oradora de graduación

Con líderes alrededor del mundo:
Mons. Giacomo Pappalardo en el Vaticano quien endorsó #Values
Sir Richard Branson y otros líderes internacionales en su isla Necker
The Women’s Maple Society, Hong Kong

Dr. Betty fue invitada a visitar a Sir Richard Branson a su isla privada Necker donde conoció a muchos líderes internacionales. Fue invitada a hablar al Wold’s Bank y al Parlamento Europeo, a través de una persona que conoció en Necker, al Foro de Dutches Business Women en Luxemburgo. También fue oradora principal en China en The Women’s Maple Society in Hong Kong, por sus 20º aniversario. “Después de mi presentación, me dieron el programa del año anterior y vi a Hillary Clinton en la foto del 19º aniversario, como oradora”.

¿Quién te invitó a que hablaras en China?
Supe sobre el terremoto en Sichuan, China, en 2008. Uno de los directores del banco era chino, quien dijo que hubiera deseado que su padre estuviera vivo porque sabía que él hubiese hecho algo por ellos. Entonces llamé a un amigo en China que tenía una compañía, y le pregunté qué podríamos hacer desde acá para los niños que habían perdido a sus padres. “Envíen cartas”, dijo. Fui a la Casa Blanca, pedí contactos del país, y logré reunir 3,000 cartas de niños de varios estados. Resolví ir en persona e invité a Juan Carlos, con quien estába reiniciando nuestra relación. Por esa razón fui invitada para ser la oradora principal.
El viaje a China me hizo pensar lo mucho sobre todo lo que se puede hacer por la humanidad. Con Juan Carlos escribimos una lista de lo que deseábamos hacer juntos y acordamos en otorgar una beca para cada continente. Pronto la aumentamos a 100 becas por año, por continente. Una de las personas que entrevisté en mi libro vendió su compañía y donó $1 millón a #Values cuando fue publicado. Con ese dinero becamos en un 100% a 53 estudiantes de bajos ingresos para que estudien en la Universidad de Chapman.
Dr. Betty Uribe usa sus vacaciones para hacer visitas humanitarias. Estuvo en Kenia en el 2016. “Alguien de nuestro grupo les preguntó qué era lo más importante en sus vidas, si el agua o la educación, a lo que un padre responde ‘la educación es lo más importante’”. Estamos enviando becas para estos chicos también, añade Dr. Betty.

“Mi gol de dar 100 becas completas a universidades de cada continente es un enorme compromiso que sólo lo podemos lograr juntos. Esto va más allá de las becas. Es demostrar a los líderes de todo el planeta que se puede alcanzar un logro académico social, creando esa ola de bondad y de valores, atrayéndolos otra vez a este mundo que está tan desesperado. Betty asegura, una y otra vez, que “El verdadero liderazgo se demuestra, no se enseña”.

Dr. Betty Uribe se siente muy orgullosa de su hijo mayor, Christopher, y de sus dos hermosas hijas, Sandra y Alexandria. Ella y su amado Juan Carlos vienen en el sur de California.

Drbettyuribe.com

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