Alex Fortunati- Persona Notable

CEO de Support Services of America, Inc. no le teme al trabajo, más bien se revitaliza ante cualquier desafío haciéndolo exceder

Por Silvia Ichar

Con tenacidad y fortaleza admirables, Alex Fortunati trabaja incansable en múltiples oficios desde muy joven. Independiente, disciplinado, Alex se encuentra entre los principales expertos sobre mantenimiento de instalaciones en los EU y crea Support Services of America, Inc. -SSA, empresa hispana con la red nacional más grande de cuentas, con más de 2500 localidades bajo contrato, y una de las más extensas infraestructuras de personal capacitado para asistir a clientes de costa a costa. SSA está entre las primeras en su clase, y como una de las de mayor crecimiento en los EU y Canada.

Alex Fortunati tiene una maestría en Administración de Empresas de la Univer sidad de Pepperdine, sirve en el Presiden tial Advisory Council de Pepperdine y está certificado en Human Resources Manage ment por la universidad de UCLA. Sirve también en varias mesas directivas de organizaciones del país. Alex Fortunati ha recibido innumerables reconocimientos incluyendo el prestigioso National Leadership Award; One of America’s 500 Fastest Growing Businesses, INC. MAGAZINE, 2003; Top 100 – One of the Fastest Growing Companies in the USA, HISPANIC BUSINESS MAGAZINE 2006, 2008; Top 100 Entrepreneurs, HISPANIC ENTERPRISE, 2006; Fastest Growing Companies, LA BUSINESS JOURNAL, 2006, 2007, 2008 y muchos más.

Su papá fue uno de cinco hijos de una fami-lia de clase media en Italia. Su abuelo era un hombre de negocios que tenía cantina y bares. Por una  rebelión con su padre, a los 19 años deja a la familia, toma un barco y emigra a Argentina. Ese acto fue como un pecado capital para los italianos por el que nunca fue perdonado.

“Gracias a esa rebelión nosotros existimos”, dice Alex a sus hijos. Su padre se radi ca en Buenos Aires, al tiempo encuentra a su mamá y se ponen de novios. Pronto la joven pareja se casa y el matrimonio tiene una hija que nace en Buenos Aires, luego nace otra en Roma, y cuando regresan a Argentina nace Alex. Su padre se cansa del país, se trasladan a los EU y se radican en Arlington, en el área de Washington DC. Allí nace su hermana menor Ana.

“Vivimos allí por 6 años. Mi padre tenía una pequeña compañia de pintura de casas, sus clientes eran todos coroneles, comandantes, por la cercanía al pentágono, siempre tenía trabajo. De un día para el otro resolvió regresar a Italia. Su familia los trató con mucha indiferencia al comienzo pero al tiempo hubo más cordialidad. Ahora nos reciben como si fuéramos dioses”, dice Alex.

¿Cuántos años permanecen en Italia?

Yo tenía 2 años y medio cuando llegué y 14 cuando nos fuimos. Mi formación fue prácticamente italiana. Ahí comencé a conectarme con las chicas, me sentía muy italiano. Cuando mamá me decía que yo era argentino, yo contestaba que era italia no. Pero un día mi madre se impuso, quería volver a su tie rra, tomamos un barco y volvimos. Mi papá nos siguió un año después.

Ella quería que sus hijos se educaran en Argentina. Alex des pués de sus vivencias en Italia y EU se sintió totalmente defraudado de Buenos Aires. Las añoranzas de su madre la hizo pintar un país paradicíaco y Alex desilusionado se preguntaba: ¿Es esto lo que mi madre decía que era tan bueno?

El haber vivido en va-rios lugares trae mu chas desventajas pero también ventajas. En cada lugar había que aprender su idioma, fue difícil la asimilación, la aceptación. En Italia los chicos hacen bromas pero en Argentina hacen muchas más. No sabía que era algo cultural, Alex se sentía atacado constantemente y terminaba peleando siempre. Pero a las ventajas se las aprecian después. Alex de 17 años hablaba tres idiomas, conocía tres culturas y tenía tanta confianza en sí mismo que al poco tiempo de llegar a Argentina fue ante un juez y se emancipó. No quería que sus padres se involucraran en ninguno de los asuntos de negocio que estaba planeando hacer.

¿Por qué se te ocurre esto?

Había escuchado que la emancipación me permitiría hacer y deshacer sin el consentimiento ni firmas de mis padres. Yo quería moverme con independencia y agilidad y lo logré. Creé mi primer compañia, Royal Cargo, una agencia de carga aérea donde yo hacía los papeles de importación y expor tación que había aprendido en una compañia alemana en donde trabajé y de la que tuve que renunciar.

Dos jefes de esa compañia alemana invitan a Alex a salir un día, él pensó que irían a tomar una cer veza pero fueron a un depósito donde algunas cargas estaban listas para ser despachadas. Los jefes abren algunas de ellas y empiezan a repartir mercade ría, eran corbatas de un famoso diseña dor, le dan una a él y otra a otro muchacho mientras que ellos se quedan con varias. Pocos días después, uno de ellos le cuenta al gerente Rudy Sagel sobre lo ocurrido quién enardecido despide a todos. Llama a Alex en privado y le dice ‘Alex, yo tenía tantas esperanzas, viniste tan recomendado, ¿cómo pudiste hacer una cosa así? El se disculpó y le confesó que no tenía ni idea de como manejar esa situación tan inesperada. El Sr. Sagel no echó a Alex pero le permitió que renunciara.

Acude a Carlos Castro, despachante de aduana y cliente de la agencia alemana, le cuenta lo sucedido y le pide usar su escritorio y teléfono para trabajar desde ahí haciendo papeles de aduana, incluyendo los de él sin costo. Así nace Royal Cargo. Tocó puertas desde los 17 años, ofreciendo estos servicios, no hizo mucho dinero pero ganaba más que un salario. Dos años más adelante Alex de 19 años con Tito Illian de 30 como su socio, crean una agencia de personal temporario, Universal Servicios Empresarios. Logran hacer bastante dinero. Tenían a más de 100 personas trabajando a nivel temporario. Luego venden Universal, y forman otra agencia de importación/exportación, ExpoAltair S.A., con lo cual sigue aprendiendo y viajando alrededor del mundo tratando de vender producciones de pescado congelado desde la ciudad de Mar del Plata.

¿Cómo manejabas esos clientes a distancia en esos años?

Mandaba una carta de representación, una copia de las asociaciones a las cuales pertenecía, informaba que estaría en su país en tal fecha y solicitaba una cita para visitarlos. Aprendí que los países asiáticos son muy amables, Corea, Taiwan y China me atendieron muy bien, me mandaban un chofer al hotel y una persona para que me atendiera todo el día, pero los japoneses no, no hubo ni una persona que viniera a verme. Pero conocí la ciudad. Hasta un embajador argentino me atendió muy bien en alguno de esos lejanos países. Lo había conocido cuando era director de la Ford en Argentina. Yo siempre me mantengo en comunicación con los seres que me abren sus puertas. Esta práctica me ha dado mucho éxito acá y en todos lados.

A los 21 años Alex se casa con Susana después de cuatro años de noviazgo. Disfrutan un mes maravilloso en EU, visitan New York, Arlington, quería que conociera el lugar en donde había crecido, después fueron a Miami por una semana. Así empezó su armoniosa aventura juntos.

¿Cómo conoces a Susana?

Jugando al tenis en el club de la policía de la ciudad de San Miguel en Buenos Aires. Un amigo mío me invitó a ir a ese club y ahí la conocí. Llegamos a ser muy buenos amigos, teníamos 16 o 17 años, crecimos juntos y al cabo de cuatro años ya habíamos entendido quienes éramos, habíamos crecido y decidimos casarnos. Nuestra relación es muy estable y somos muy felices. Dios nos ha bendecido. Susana es la persona que me ha permitido crecer, me ha dado paz velando siempre por la fami

lia y manteniendo mi espalda cubierta. Esto es esencial, porque para los negocios, si esa parte de tu vida no funciona muy bien el negocio tampoco funciona. Luego llega Verónica y la alegría nos embarga. Estábamos enamorados de ella, bueno de todos nuestros hijos.

“Mi padre reaparece un poco en mi vida y desea hacer algo conmigo, así que formamos Tecno Pintura SA, que llegó a ser la última compañía que tuve en Argentina. Con la experiencia de mi padre en pintura de casas y edificios, y mi conocimiento en contratos y ventas a ingenieros, arquitectos, empresas constructoras, Tecno Pintura tuvo éxito, aparte les gustaba la idea de padre-hijo. Teníamos constantemente obras y mucho personal pintando. Pero con la gue-rra de Las Malvinas en el 83 se paralizó todo. El gobierno no pagaba a las empresas cons tructoras, ellos no nos pagaban a nosotros, aceptamos entonces departamentos como parte de pago, llegamos a tener cinco pero los tuve que vender casi de inmediato para pagar todas las deudas. Huí desencantado de la Argentina y regresé a los EU”, relata Alex.

¿Susana acepta todo lo que decides hacer?

Tuve que romper mi promesa con su papá de no sacarla del país. Vinimos a EU con una mano atrás y lo otra adelante. Elegí Los Angeles porque pensé que Susana se iba a adaptar mejor con los hispanos y que iba a serle un poquito más fácil a pesar de la oferta de trabajo que tenía en Nueva York con unos chinos. Vine solo los primeros meses, fue muy difícil porque no tenía dinero, llegué con 110 dólares y tomé una habitación en el San Francis Hotel en Hollywood por $55/semana, era un nido de ratas, atestado de drogadictos.

Alex consiguió trabajo a los 10 días vendiendo muebles. “Vendía, no era gran cosa pero vendía algunos muebles. Los dueños además fabricaban un tipo de silla que se convertía en cama. En ese entonces había una cadena, Zodies, era un tipo Walmart y un día logré que les interesara comprar 30 mil sillas, y tal vez más. Feliz le informo al dueño del pedido monstruo que terminaba de hacer pero me dijo ¡No podemos! ¿Cómo que no podemos?, le respondí yo, ¡si es una venta millonaria!, hacé doble turno, triple turno, le rogué. Desilusionado dejo ese trabajo y consigo otro en Wilshire y la Brea de 8-5 de la tarde para ofrecer personal temporario”, dice Alex.

Alguien le dijo que una chica argentina en Santa Monica, Perla, trabajaba para una compañia de limpieza. Logró empleo al día si-guiente así que durante el día Alex usaba saco y corbata ofreciendo secretarias y desde las 6 de la tarde a las 2:30 de la mañana en Santa Monica, limpiaba, aspiraba pisos. Después de cuatro meses, el vicepresidente de la corporación de la limpieza visita el lugar en donde estaba Alex y le pregunta desconcertado qué hacía allí. Lo cita en su oficina al día si-guiente y le ofrece una posición como asistente de director de operaciones. Pero duró poco tiempo porque aprendió que hay mil maneras para que la gente haga una mala jugada. “Un jefe puede ayudarte pero si no se tiene el conoci miento de cómo manejarse, cómo entender, cómo navegar, todos los demás te harán caer y yo caí”, dice Alex. Aprendió que había que andar con mucho cuidado, que hay que saber cuando hablar, cuando callar y no demostrar todo lo que se sabe porque intimida. Trabajó unos meses en el Hyatt Westlake Village como gerente de hospitalidad nocturno, luego le ofrecen la misma posición en el Beverly Hills Hotel y la acepta. El solicita algunos privilegios, tales como no usar el uniforme regular, dormir un par de horas durante su turno y otros más. Su reputación de excelente trabajador le dio ese lujo.

“En algún momento tuve hasta tres trabajos. Grandes sacrificios para mí y mi fami lia. Lo hice por casi dos años pero me sentía agotado. Finalmente llega mi primer contrato de manos de Robert Trautman, un trabajo mejor pagado para la limpieza del hospital general de Santa Ana. Alex formar su primer compañía de inmediato para cumplir con los requisitos del contrato.

Alex Fortunati presenta sus condiciones que nadie se atreve a contradecir. Alex luce en los hospitales como si fuera un médico, impecable, de camisa, corbata y la chaqueta blanca de médico, enseña a su equipo cómo limpiar, usar las máquinas y trabajar con profesionalismo. Mientras el resto del personal de mantenimiento de otras áreas del hospital están con el uniforme reglamentario azul o gris.

Alex sigue aprendiendo, se esmera, lee mucho, se convierte en un especialista de la industria de hospitales, estudia las técnicas para limpiar los cuartos de cirugía, todos sus términos, los símbolos, las contingencias, las emergencias, y cuando habían inspecciones sabía muy bien lo que buscaban, se convirtió en un especialista. Habla con autoridad porque conoce al detalle cada tema de su especialización. Llegó a tener 6 hospitales, con más de 150 personas trabajando, Alex era el gerente de operaciones, iba de un hospital a otro. Al tiempo quiso hacerla pública pero por desavenencias con sus socios se decidió cerrarla.

Acepta trabajar para una compañia francesa Sodexo, lo envían a Boston para más entrenamiento, se encarga de contratos afuera de EU, viaja representandola en varias naciones, permanece allí por tres años en donde almacena más conocimientos. Al tiempo se cansa de tanta política y opta por trabajar en forma independiente en un hospital convaleciente como director de limpieza de 14 hospitales, no ganaba una fortuna pero podía mantener a su familia.

¿Cuántos hijos tienes en ese entonces?

Ya habían nacido todos mis hi jos, Veronica,  Stephanie, Christian y Fabio.

Susana fue siempre el pilar de la familia, disfrutando de a ratos la presencia de su esposo, manejando la casa y guiando a sus cuatro hijos, con la misma tenacidad de Alex para sus trabajos, ella la aplicaba en casa. Alex hizo lo humanamente posible para estar presente en los momentos de necesi dad de su familia. “Tuve siempre el apoyo incondi cional de Susana que me ha permitido moverme con total independencia. Yo no busco trabajar tanto porque me interesa el dinero, en realidad el dinero viene cuando haces las cosas bien, pero busco vivir mejor, darle un mejor futuro a mi familia”, dice Alex

En su insaciable búsqueda de mejores oportunidades, trabaja en el hospital Vencor por algún tiempo y se entera del descontento sobre los servicios que recibía un director de propiedades de un edificio en la ciudad de Whittier. Alex le prome te buen servicio y le dan el trabajo con el cual Support Services of America, Inc., SSA, hace su debut en una carrera ascendente ininterrumpida.

Hasta Susana tuvo que colaborar al comienzo, Alex lograba más contratos, enarbolando la verdad, prometía soluciones a los problemas que surgirían, y la gente lo vio trabajar, lo respetó y confió en sus servicios. Tuvo la cadena Ross por 10 años con 650 tiendas en todos los EU, añadió trabajos de reparaciones. Al cambiar de jefes Ross contrató a otra agencia pero ya Alex ganó reconocimiento nacional y logró muchos contratos más. Incluyó supervisores de distritos, gerentes y demás personal. Después empezó a tener contratos con el gobierno, con la fuerza aérea, las bases militares, departamento de energía. Consiguió diversificarse y entre sus clientes hoy se encuentran Macy’s, Office Depot, Best Buy, contratos de gobierno, 1200 oficinas postales del país y demás edificios de costa a costa.

¿Cuál es tu gol más alto?

Ya estamos trabajando en ello. Armamos una plataforma para otras compañías, Creation Capital Partners, con dos profesionales exímios, el doctor Barry Soltani, economista reconocido y Hector Martinez Reding, experto en fusiones y adquisiciones de empresas. Hemos invertido en dos compañías más y tenemos varias compañías con las cuales hacer inversiones y asociarla dentro de lo que estamos creando a nivel nacional y que dará servicio agregado al servicio de la limpieza. Uno será el servicio de monitoreo de cáma ras de seguridad, y el otro, un software que hará aho-rrar energía a los edificios a través de los controles del aire acondicionado y calefacción. Estamos ahora iden tificando compañías que po drían optar por energía solar.

Alex está abierto a cualquier negociación. Y si Support Services of Ame rica, Inc. es muy atractiva para alguna corporación internacional, lo considera ría. O tal vez la llevaría pública. A Alex le interesa el desafío, y pone mayor empeño cuando todos dicen ¡No!, con su amplia sonrisa y determinación, el siempre dice ¡Sí!

¿Cuál es tu consejo para el pequeño comerciante, para la persona que quiere empezar con un negocio, o para aquel que está atrapado en esta economía?

El pequeño empresario, ya sea que ofrezca servicios o productos, tiene que llegar a ser un experto de lo que vende y si tiene la habilidad de vender, ¡fantástico!, pero si no, tendrá que conseguir quien la tenga. Debe saber que nada viene fácil, las soluciones no vienen a uno, uno debe salir a buscarlas. Algunos pequeños comerciantes que se asocian a agencias o cámaras, creen que porque están ahí el negocio vendrá solo o le llegarán contratos, ¡nunca sucede eso! Nosotros, con una corporación bastante grande, tuvimos que acreditarnos para poder solicitar contratos de gobierno. Costó una inversión de un año antes de que nos dieran el primer contrato, hubo que aprender cómo hacerlo. Hay oportunidades para todo el mundo, y tener un negocio implica trabajar muy duro, y muchas horas. Algunos negocios caen en sus primeros años por no estar bien preparados. Hay que averiguar, aprender y hablar con la gente que ha triunfado.

El orgullo más grande y valioso que posee Alex Fortunati es haber formado una familia maravillosa, una esposa a la cual adora, y cuatro hijos que han crecido bajo el ejem-plo de padres intachables, con una ética de trabajo admirable, una tenacidad fuera de serie y un respeto y amor a la familia incuestionables. Y que a pesar de los muchos altibajos que le planteó la vida, Alex siempre supo proteger y proveer todo lo que su familia necesitaba. “Susana y yo nos sentimos bendecidos por los hijos que tene mos, por los dos nietitos que nos dio Veronica, y nos enorgullece ver en la ejemplar mamá que se convirtió. Nosotros disfrutamos la sabiduría e intensidad de satisfacciones que nos propinó la vida, y atesoramos cada instante que compartimos con nuestros nietos, familia y amigos”, dice Alex orgulloso.

La familia Fortunati es reconocida por su generosidad, su gran satisfacción de ayudar a otros seres humanos y poder dedicarle tiempo y recursos a causas humanitarias y nobles. Cree que aquellas personas privilegiadas deben demostrar su liderazgo, su compasión y sabiduría a aquellos menos afortunados. El matrimonio participa en una infinidad de programas y activida des para mitigar la desigualdad de recursos entre los seres humanos.

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